Vigilia antigolpista en Honduras



TEGUCIGALPA, 29 de junio (PL).— Centenares de hondureños realizaron hoy una tensa y entusiasta vigilia frente a la casa presidencial en esta capital en repudio al golpe militar contra el jefe de Estado, Manuel Zelaya.

Los manifestantes se mantuvieron expectantes durante toda la noche y madrugada ante la eventualidad de un ataque de los golpistas para dispersarlos, tras la entrada en vigencia del toque de queda a las 21:00 hora local.

El Frente de Resistencia Popular, creado la tarde de este domingo, convocó a la multitud reunida en torno a la sede gubernamental a mantenerse en el área hasta la derrota de la asonada.

Una violenta tormenta que se prolongó desde las 19:00 horas de ayer hasta cerca de la medianoche, obligó a los miles de manifestantes a refugiarse en los portales del sector comercial de la zona.

Sobre la medianoche, tres horas después de iniciado el toque de queda, muchos habían retornado a sus hogares con la anunciada promesa de regresar esta mañana.

Decenas de jóvenes levantaron barricadas y fogatas a las entradas del amplio boulevar Juan Pablo II y calles aledañas, donde permanecieron vigilantes incluso bajo la intensa lluvia.

Otros continuaron coreando consignas en un altoparlante ubicado en una camioneta, justo a la entrada de la casa presidencial, mientras muchos se dispersaron bajo los portales y otros espacios techados a pasar una larga y tensa madrugada.

La tensión creció nuevamente a las 03:05, cuando un vasto corte de electricidad dejó a oscuras amplias zonas de la capital.

Los gritos de alerta, alerta, se multiplicaron y los manifestantes se reagruparon rápidamente junto al vehículo con el altavoz y luego cantaron el himno nacional con los puños en alto a la espera del ataque previsible de los golpistas.

¿Ellos van a venir a golpearnos a nosotros?, preguntó con ingenuidad una adolescente junto a un grupo de jóvenes miembros de la Asociación Morazanista Revolucionaria.

A las 04:08, un niño con el rostro cubierto y un palo en la mano, llegó corriendo a toda prisa desde las barricadas para avisar de la presencia de soldados ocultos en unos matorrales de las cercanías.

El cipote (niño) es un mensajero, explicó uno de los manifestantes cuando el pequeño desapareció en la oscuridad, corriendo calle abajo hacia las barricadas.

También, los negocios de la elegante Plaza Mónica, frente al recinto presidencial, fueron protegidos por los propios participantes en la demostración para evitar actos de vandalismo.

Dirigentes populares convocaron desde ayer la realización de un paro cívico nacional a partir de hoy en repudio al régimen instaurado ayer por los militares.

El presidente constitucional de Honduras, Manuel Zelaya, fue secuestrado por militares encapuchados la madrugada del domingo en su residencia particular y trasladado por la fuerza a Costa Rica, donde desmintió haber renunciado.

La demanda de restitución de Zelaya en su cargo es el principal reclamo de los manifestantes, quienes apoyan con entusiasmo la iniciativa del gobernante para realizar un referendo sobre la elección de una asamblea constituyente.

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